Cómo conocer a tu hijo

Me he puesto pensar en este tema, a pesar de que todavía no tengo la alegría de tener un hijo. Incluso es tan dificil conmunicarse y abrir el corazón a las personas más cercanas, pero con un niño(a), un hijo(a), a veces las cosas parecen complicarse aún más. ¿Cómo podemos acercarnos a ese ser tan cercano a nosotros?, pero que a veces se siente distante y desconocido.

Dejando al lado las preguntas habituales que los padres hacen a los hijos. Una madre escribio un libro: Cómo conocer a tu hijo, la autora Shana Connel.

Hace un par de años, Shana Connell decidió salir a comer con su hijo de ocho años. Mientras estaban en el restaurante, trató de hilar una conversación con él, una tarea que no siempre le resultaba fácil. «¿Cómo te fue en el colegio?», preguntó. La respuesta fue estándar, automática, y por supuesto, predecible: «Bien».

Intentó un par de interrogantes más, pero las réplicas fueron similares. Tratando de que la comida no se convirtiera en un monólogo, hechó mano a una estrategia distinta: dejó de lado el habitual «qué tal tu día». «Le pregunté cuál fue su primer recuerdo o cuál era su palabra preferida», relata Connell a La Tercera.

Así supo que el primer recuerdo de su hijo fue una caminata en un muelle durante unas vacaciones, en el que podía ver el agua a través de los tablones y que si fuera un animal, sería un tigre. «¿Por qué? le pregunté, esperando que me dijera que son animales feroces, inspiran miedo y respeto. Pero me contestó ‘porque quiero ser como Hobbes, el de mi libro de historietas Calvin y Hobbes. Es divertido y es un amigo leal’, me argumentó», cuenta Connell.

Locuaz, extravertido, distinto, el niño se abrió a un mundo que Shana Connell desconocía por completo. Esa noche, confiesa, por fin conoció a su hijo.

Sus respuestas le sorprendieron tanto, que asegura haber aprendido más de su hijo en una noche que en muchos años.

Según la autora, su pregunta favorita es ¿cuál es tu primer recuerdo? «Los niños tienen recuerdos muy tempranos, incluso de cuando son muy pequeños. Es importante hacer esta pregunta cuando son jóvenes, porque al crecer olvidan estos recuerdos iniciales», dice (ver recuadro).

De la centena de interrogantes, Connell recoge las 10 más importantes (que puede adaptar según la edad del menor) que debiera dominar para decir con cierta propiedad que realmente conoce a su hijo. Apunte:

1. ¿Qué es lo más difícil de ser un niño y qué es lo mejor? ¿Crees que es más fácil ser un niño o un adulto?

2. ¿Qué es lo más bonito que alguien ha hecho por ti? ¿Qué es lo más bonito que tú has hecho por alguien?

3. ¿Qué es más fácil, ser un niño o una niña? ¿Por qué?

4. ¿Cuál es tu primer recuerdo? Dime todo lo que puedas recordar.

5. ¿Qué es lo que más te gusta hacer en familia?

6. ¿Cuál es tu posesión más preciada? ¿Por qué es tan especial?

7. Cuando piensas en tu vida, ¿de qué es lo que estás más agradecido?

8. ¿Qué te hace feliz?

9. ¿Te acuerdas de tus sueños? ¿Puedes hablarme de uno?

10. ¿Si pudieras darle un regalo a una persona y no tuvieras que pagar para dárselo, a quién elegirías y qué regalo elegirías?

Desde: www.latercera.cl